CARADURAS. Después de la detención de un funcionario de la Asamblea Nacional en un operativo de drogas, el diputado presidente de este órgano del Estado, Crispiano Adames, ordenó la separación del individuo. Y en un comunicado que informa de ello, la Asamblea Nacional “hace un llamado a todos los funcionarios a cumplir los principios de orden legal, ético y moral que la sociedad y las leyes imponen a todos los ciudadanos”. Vaya, los diputados exigiendo lo que ellos mismos se niegan a cumplir.
OMISIÓN. El diputado chiricano Miguel Fanovich denunció en el pleno que hay colegas suyos metidos en negociados que involucran cupos de taxis, libretas de lotería y los camiones cisternas con los que el IDAAN reparte agua a miles de consumidores. Al vicepresidente de la Asamblea se le olvidó decir que también hay diputados metidos en el negocio de las Casas Grandes. ¿Qué pasó? ¿No se acordó?