Baltimore, contra la autopista hacia ninguna parte El reportaje La propuesta de Biden de financiar el derribo de obras obsoletas y con efectos racistas da esperanzas a la ciudad portuaria Una gigantesca herida.La “autopista hacia ninguna parte” reservó una amplia mediana para un tren ligero que nunca fue Beatriz Navarro Beatriz Navarro 04/07/2021 00:15 La presión de la industria del automóvil y el deseo del presidente Dwight Eisenhower de conectar mejor el interior de Estados Unidos –y sus bases militares– explican el aspecto de scalextric gigantesco que hoy distingue a sus ciudades. El Gobierno federal se ofreció a pagar el 90% de su coste, una ganga para los estados. Y a la ciudad de Baltimore le tocaron varias, entre ellas la interestatal 170. Se terminó en 1979 pero no la encontrarán en el mapa de Maryland: la obra nunca se completó.