Copa América en un escenario que hace dos meses no se imaginaba: derrotando a Brasil en el Maracaná. Fueron 28 años de sequía y terminó celebrando en la casa de su máximo rival, en un torneo que iba a compartir con Colombia, que luego iba a hacer en solitario, y que después el covid-19 mandó a suelo brasileño. Ahora, Lionel Messi ya puede decir que, ahora sí, pudo ganar un título de mayores vestido de albiceleste. Sin mucho brillo en la final, todo hay que decirlo. El ‘10’ había hecho la tarea en los partidos previos, participando en nueve de los 11 goles de su equipo: anotó cuatro y aportó cinco asistencias. Ya puede estar tranquilo.