Moreno habla de su salida, justifica el no haber podido dar más explicaciones y resta importancia a la reacción del público. No era un partido más. El de este viernes llevaba consigo un enorme componente sentimental para Vicente Moreno, que se reencontró con los medios isleños tras una derrota que escuece y que deja «mal cuerpo» al técnico valenciano y a un Espanyol que pagó sus «imprecisiones» en Son Moix. Allí fue recibido Moreno con división de opiniones por parte de la grada, aunque se oyeron pitos que dejaron patente el descontento de un sector de la hinchada con la salida del técnico, recibido ya desde la llegada del equipo con disconformidad en los exteriores del estadio. Restó importancia el ahora entrenador blanquiazul a esos hechos y se mostró de nuevo agradecido por lo vivido y recibido esas tres temporadas que estuvo en el banquillo de Son Moix.