The bones found on Monday in the parish of Ilha, in the
municipality of Santana, in northern Madeira, belong to a Madeiran who
disappeared in that area in.
"Yo chillaba todo el rato. Les decía que me quería ir, que me dejasen, que no quería. Pero cada vez que gritaba, que hablaba, eran patadas, chafones por todo el cuerpo, me agarraban del pelo y me daban bofetadas para hacerme callar. Llegó un momento en que solo lloraba y solo pensaba ‘me quiero ir a mi casa’..