Tractores autónomos para el desbroce, unas gafas de realidad virtual que nos introducen en una cueva donde se elaboran quesos o un código en una botella de sidra que nos muestra el viaje de la manzana desde el campo a nuestro paladar.
“Nosotros trabajamos en tecnologías donde todavía no hay producto”, explica Pablo Priesca, director del Centro Tecnológico de la Información y la Comunicación (CTIC). Hablamos de soluciones de realidad virtual y aumentada, de internet de las cosas (IoT) y web de las cosas (WoT) o
blockchain (cadena de bloques), basadas en los estándares universales de W3C. “Nos movemos en la frontera del conocimiento”, añade Priesca. Ahora lo harán también desde el medio rural, donde más se necesita.