Algunos lugares imponen y estudian medidas para evitar la masificación. Las ciudades turísticas están saturadas. Cada año reciben millones y millones de viajeros dispuestos a explorar los rincones más populares del lugar. Llegan más visitantes de los que pueden absorber. Una afluencia desmesurada de turistas tiene un principal damnificado la riqueza natural y cultural de cada uno de esos destinos.