Constituido cual Secretario de Justicia del Gabinete Obradorista, Arturo Zaldívar fue comisionado en Palacio Nacional para concretar, entre varios, dos empeños cuatroteístas: primero, apaciguar la revuelta contra el entreguismo y la majadería de José Luis Vargas en el TEPJF y, segundo, suscitar que en la presidencia del Tribunal se quede alguien ‘a modo’ para no correr riesgos innecesarios en la calificación de la elección presidencial.