Nada menos honorable que el gol del honor. No sólo es inútil, sino que agranda la derrota y la hace más rotunda, ya que de lo contrario no se llamaría del honor, apelativo reservado a las derrotas por goleada. Casi da la sensación de que te han dejado meterlo por pura conmiseración, puesto que total, qué más da si ya has perdido por paliza. Parece un gol por el qué dirán. En un partido normal y equilibrado no hay goles del honor, sino goles a secas, y sólo cuando se ha hecho el ridículo, y no hay disculpa, se acude a eso del honor. Pero los goles del honor no se celebran, sólo faltaría empezar a dar saltos de alegría como un capullo; si el goleador no puede contenerse, lo más que se le admite es un amargo sollozo. Salvas el honor cuando ya no puedes salvar nada más. Esto lo sé porque yo, como supongo que casi todo el mundo, he metido algunos goles del honor cuando era más joven, y me acuerdo de la vergüenza que dan y lo mucho que joden. Tanto, que ya me juré hace t ....