El sentimentalismo consiste en aspirar a disfrutar de todas las ideas y los placeres sin consecuencias. Hace falta un ejercicio de ese tipo para racionalmente convencerse de que el hachazo a las eléctricas supondrá el abaratamiento del recibo de la luz. Nadie ha explicado aún con la suficiente claridad el efecto de esta carambola, excepto que el dinero se quita de un sitio y, presumiblemente, se pone en otro para aliviar una carga. Efectivamente, creo, como sostiene Sánchez, que las empresas pueden permitirse un recorte de sus beneficios extraordinarios por la crisis energética. Pero como se trata de una medida fiscal también extraordinaria, no me parece, en cambio, que resuelva el gordo problema estructural. Los millones que se detraerán, según se ha dicho, para contener las abruptas subidas y abaratar la factura serán un parche. ....