Ni el mujahidín era un príncipe de ojos verdes, ni la vivienda un chalé entre palmeras junto al Eúfrates. El paraíso que el autodenominado Estado Islámico prometía hace siete años a las mujeres que quisieran ir a apoyar la guerra del integrismo en Siria e Irak fue primero una vida de sobresaltos en chamizos, y se.
La Secretaría de Seguridad capitalina reportó que hay 34 personas que resultaron heridas durante la marcha, 23 de ellas son parte del cuerpo policiaco.