El Buen Samaritano que deja su camino para socorrer al hombre enfermo (cfr. Lc 10, 30-37) es la imagen de Jesucristo que encuentra al hombre necesitado de salvación y cuida de sus heridas y su dolor con «el aceite del consuelo y el vino de la esperanza».[1] Él es el médico de las almas y de los cuerpos y «el testigo fiel» (Ap 3, 14) de la presencia salvífica de Dios en el mundo. Pero, ¿cómo concretar hoy este mensaje? ¿Cómo traducirlo en una capacidad de acompañamiento de la persona enferma en las fases terminales de la vida de manera que se le ayude respetando y promoviendo siempre su inalienable dignidad humana, su llamada a la santidad y, por tanto, el valor supremo de su misma existencia?
Pasiones, existencialismo y belleza: Sabato, un universo literario más allá del tiempo
infobae.com - get the latest breaking news, showbiz & celebrity photos, sport news & rumours, viral videos and top stories from infobae.com Daily Mail and Mail on Sunday newspapers.
Luz verde a ayudas para contratos en pueblos de más de 1 000 habitantes
diariodeavila.es - get the latest breaking news, showbiz & celebrity photos, sport news & rumours, viral videos and top stories from diariodeavila.es Daily Mail and Mail on Sunday newspapers.