“El primer portaaviones de su clase fue diseñado utilizando métodos avanzados de modelado por computadora, pruebas y análisis para garantizar que el barco esté endurecido para resistir las condiciones de batalla, y estas pruebas de impacto proporcionan datos utilizados para validar la dureza del impacto del barco”, se lee un comunicado de la Marina sobre los juicios. Antes de la explosión de junio, la Armada no había realizado una prueba como esta en un portaaviones desde 1987, pero las ha realizado en otros barcos más pequeños, aunque no desde 2016. “Las pruebas de choque de Ford se están llevando a cabo frente a la costa este de los Estados Unidos, dentro de un horario estrecho que cumple con los requisitos de mitigación ambiental, respetando los patrones de migración conocidos de la vida marina en el área de prueba”, dice el comunicado de la Marina.