A finales de 2011 Pedro Gutiérrez Liébana, concesionario de venta de vehículos industriales para la marca Renault, solicitaba concurso de acreedores ante lo que definió en su momento como «estrangulamiento financiero». La anterior crisis, en definitiva, y su especial impacto en el sector de la construcción igualmente golpeó el negocio de la Este contenido es exclusivo para suscriptores Aprovecha esta oferta especial verano, suscríbete 3 meses por solo 9,95€