La piscina ilegal instalada en plena calle en la barriada de Camp Redó ya es historia. Ante la denuncia vecinal publicada ayer por Ultima Hora, los dueños de la piscina decidieron desmontarla. Por su parte, la Policía Local de Palma informó ayer de que sus agentes estarán pendientes del tema y no permitirán la ocupación de elemento extraños en la vía pública sin la correspondiente autorización. Desde hacía días, varios residentes de la zona se habían juntado para comprar una piscina, con depuradora incluida, instalarla en plena calle y disfrutar del tiempo veraniego sin ningún tipo de autorización municipal. Además, el agua utilizada para llenar la piscina es por «gentiliza de Emaya», tal y como proclaman entre risas los propios usuarios. «Ya que el Ayuntamiento no construye una piscina en el barrio la tendremos que hacer nosotros mismos», apuntaban algunos residentes.