Mi padre Rubén Darío Jiménez Pabón, ‘El Japonés’ (QEPD) 1954 – 2020 No creo que exista un momento oportuno para perder a alguien que se ha amado desde toda la vida. La gente puede decir que, al destino, las leyes naturales o a los designios divinos no hay que buscarles una razón; sin embargo, la muerte trae más preguntas que respuestas y nuestra humilde capacidad de comprensión no da para tanto. Además, cómo podríamos entender la muerte de un padre si a fin de cuentas era él quien se encargaba de brindarnos fortaleza y sabiduría. Es como si a mitad de un bosque oscuro, de un momento a otro, perdiéramos la brújula que nos señala el norte y quedáramos fulminados, sentados mirando al infinito esperando de nuevo una señal, una palabra, un consejo….