Marilynne Robinson: “A los negros les destruían sus casas en los años 50” La herida racial de Estados Unidos La novelista norteamericana vuelve a su mundo de Gilead para explorar las (ilegales) relaciones interraciales Marilynne Robinson, en una visita a Barcelona en el año 2015 Kim Manresa Actualizado a 07/07/2021 07:54 La serie de novelas de Gilead, de la estadounidense Marilynne Robinson (Sandpoint, 1943) es un monumento literario centrado en esta ficticia localidad rural de Iowa. Tras Gilead (2004), Lila (2014) ahora llega Jack (Galaxia Gutenberg/Edicions de 1984), donde vemos a un viejo conocido, el personaje que da título al libro: Jack, el alcohólico y autodestructivo hijo pródigo del reverendo Boughton. Lejos de su familia, sobrevive en Saint Louis con trabajillos, pequeños hurtos y ayudas de su hermano Teddy. Es un bala perdida que alterna ingresos carcelarios con intentos de suicidio. El libro es, en realidad, la historia de su redención a través de la historia de amor con Della Miles, una profesora de secundaria afroamericana, en una sociedad con leyes que castigan los matrimonios mixtos con la cárcel. Robinson –que se suma así a los libros recientes que ahondan en el racismo, como los de Brit Bennett o Colson Whitehead– interrumpe la lectura de Dante para responder la llamada de este diario desde su casa en Saratoga Springs, en un parque natural a medio camino entre Nueva York y Montreal, donde vive desde que estalló la pandemia.