02/07/2021 00:02 Actualizado a 02/07/2021 01:11 La nueva ola dañina que nos amenaza no tiene nada que ver con el coronavirus de estos últimos meses y no existe vacunación posible para contrarrestarla. Es la ola de calor que ya se ha cobrado la vida de medio millar de personas en Canada y los Estados Unidos y no es un hecho aislado que deba ser tratado como algo pintoresco. Es fruto del calentamiento global y de las amenazas que se ciernen sobre el mundo estos próximos años. Mientras los estados no actúen de forma decidida para mejorar las condiciones medioambientales del planeta, estas olas de calor van a ser una constante en nuestras vidas. Hace ya tiempo que los expertos predican el desastre, pero la opinión pública solo reacciona cuando tiene el problema antes sus narices. Pues bien, cada vez lo tenemos más cerca.