Patrocinado Pocos ignoran mi solidaridad con la Revolución Cubana. Durante 40 años he visitado la isla con frecuencia, por compromisos laborales e invitaciones a eventos. Durante un largo período intermedié la reanudación del diálogo entre los obispos católicos y el gobierno cubano, como se describe en mis libros “Fidel y la religión” (Fontanar / Companhia das Letras) y “Paraíso perdido – Viajes al mundo socialista” (Rocco). Asesoro al gobierno cubano en la implementación del Plan de Educación en Soberanía Alimentaria y Nutrición. Conozco en detalles la vida cotidiana cubana, incluidas las dificultades que enfrenta la población, el cuestionamiento a la Revolución, las críticas a los intelectuales y artistas del país. Visité cárceles, hablé con opositores a la Revolución, conviví con sacerdotes y laicos cubanos reacios al socialismo.