Patrocinado EEUU, la UE, Japón y Australia –en otras palabras los países del esquema de espionaje planetario Echelon– acusan a China de haber pirateado miles de empresas dotadas de sistemas Microsoft y de comportarse de modo irresponsable en el ciberespacio, lo que tiene la virtud de cambiar de país rufián: los rusos pueden respirar tranquilos por un momento. No hace mucho Rusia robaba secretos industriales, elegía presidentes de los EEUU descarriando el legendario sentido común de los yanquis, cuyo épico pragmatismo ha resistido durante siglos a las ideologías, a las guerras de religión, a los enemigos de la democracia, a los detractores del cine de Hollywood, y a los infieles renuentes a beber y comer mierda: hamburguesas y colas.