El nuevo repunte de la pandemia del coronavirus en España, con una escalada de la incidencia acumulada en estos últimos días, ha llevado a las comunidades autónomas a recular en los planes previstos de desescalada y a buscar y solicitar restricciones que ya emplearon con anterioridad para tratar de frenar la quinta ola. Ocurre que algunas comunidades apelan a restricciones de derechos fundamentales, como es el toque de queda -restringe la movilidad nocturna-, lo que obliga a solicitar autorización judicial, pues ahora no existe el paraguas de un estado de alarma. Y los tribunales superiores de Justicia vuelven a pronunciarse en sentidos dispares. Este miércoles, por ejemplo, tumbaron la solicitud de Canarias.