La historia de Afganistán también está escrita con nombres gallegos, los de quienes acudieron como soldados para ayudar a la reconstrucción del país en una misión coordinada por la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF). Los efectivos de la Brigada Aerotransportable (Brilat) que pusieron por primera vez el pie en Afganistán –los pioneros fueron medio millar de soldados procedentes del acuartelamiento de Figueirido (Pontevedra) y, sobre todo, de Pola de Sieiro (Asturias)– salieron de Lavacolla el 25 de julio de 2005 y llevaban de encomienda velar por el desarrollo de las elecciones en las que los afganos elegirían por primera vez un parlamento democrático.