Juan (nombre ficticio) lleva más de dos años de estar trabajando en la Fuerza Armada como soldado de primera clase gana más de 400 dólares mensuales con el bono de 200 dólares que les dan, lo cual representa una cantidad muy por encima de los 120 dólares que ganaría si trabajara jornaleando en las fincas cafetaleras de Tacuba, Ahuachapán, de donde es originario.
Pero Juan vive en con incertidumbre. No sabe cuándo dejará de percibir esa cantidad que para él resulta un buen sueldo con el que ayuda a sus padres y a sus hermanos que trabajan en la agricultura.