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Autoridades señalan que en Bocoyna el modus operandi de los grupos criminales es cortar árboles para luego incendiar el área; César Augusto Peniche Espejel, fiscal general, reconoce que existe una disputa para el trasiego de droga y madera, las ganancias por la tala clandestina están calculadas entre 75 mil y 220 mil pesos por cada camión con madera, de acuerdo a lo informado en julio de 2020.
Los datos periodísticos arrojan 10 asesinatos de líderes ejidales en Bocoyna en abril de 2020, entre las víctimas un niño. En ese mismo año, la comunidad indígena Arroyo del Pajarito de Guachochi denunció ante la Federación las amenazas recibidas donde les pidieron acudir a la Fiscalía General de Chihuahua; los grupos criminales terminaron por deforestar la comunidad.