El 8 de octubre de 2020, la ex periodista, Miriam Lewin, titular de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual, lanzaba el Observatorio Nodio . Su objeto era estudiar los discursos violentos y la desinformación en las redes sociales. La creación de dicho observatorio para la detección, verificación, identificación y desarticulación de las estrategias argumentativas de noticias maliciosas. La identificación de sus operaciones de difusión y los sistemas de alertas .
El Observatorio, fue rechazado por la oposición política y un silencio atroz se dio desde las distintas organizaciones, sean de prensa, de defensa de los DDHH y sectores progresistas. El parámetro de esa protección a la masa sería la propia Lewin -y otros profesionales de cosas -. Al menos, de manera oficial, la idea quedó en la nada. Era demasiado para un gobierno que intentaba embocar una y el proyecto abortó -el verbo no es casual-.