Algunos soportan de forma estoica y comprensiva las largas esperas, otros optan por acudir al Hospital do Salnés para encontrar remedio inmediato a sus dolencias, los terceros pierden la paciencia y se marchan, también hay aquellos que optan por presentar una reclamación por escrito y algunos, muy pocos, los que vociferan en reproche por la tardanza en la atención.Es básicamente el comportamiento de las decenas de pacientes que, día sí, día también, quedan atrapados en el ambulatorio de San Roque de Vilagarcía por la precariedad que el servicio sufre en verano debido a la falta de personal, tanto médico como de enfermería.