Loles LeónEFE
Hay muchas tipologías de personajes populares, sí. Pero hay dos clases decisivas y contrapuestas de famosos, que marcan la línea roja para llevar a un mayor o menor triunfo a un talent show.
Están los estirados. Temen el qué dirán y, como consecuencia, no se dejan llevar del todo. Su coraza gana la espontaneidad. Su estatus social arrasa con cualquier flujo de naturalidad. Son postura y rígida compostura. Por ejemplo, Isabel Preysler puede ser un gran fichaje mediático pero, después, no da juego. Está más pendiente de las apariencias que de disfrutarlo.