Este enésimo tira y afloja sobre la agonía del Mar Menor tiene la mismas características que los anteriores, aunque con un serio agravante: como decía la americana Ayn Rand: «Se puede ignorar la realidad pero no las consecuencias de ignorar la realidad». Chapeau. Y la derecha murciana, acompañada con pífanos y timbales por la nacional, lleva décadas vacilando con el futuro, haciendo un altanero caso omiso a las señales enviadas por la naturaleza.