El fallecimiento de Mila Ximénez a los 69 años ha rescatado de la memoria (y del olvido) su relación amor-odio con su único marido, Manolo Santana (83),
uno de los mejores tenistas españoles de la historia con 3 Roland Garros, 1 Wimbledon y 1 Open USA. Mila era una completa desconocida que vivía una relación clandestina con un doctor a quien él le doblaba la edad. Las cosas no iban muy finas entre ellos cuando apareció Santana, a quien llegó a describir como mi tabla de salvación .
Eran principios de los ochenta y Mila comenzó a saborear lo que era el auténtico lujo y glamur que hasta ese momento había visto en las revistas.