Desde que los talibanes comenzaron a ganar terreno en Afganistán se sabía que, en el caso de alcanzar el poder, la situación geopolítica de toda la región iba a cambiar por completo, y ha así ha sido.
Oriente Medio suma un nuevo quebradero de cabeza a la meleé geopolítica que lleva años haciendo de la región una de las más inestables – si no la que más – de todo el mundo. La llegada de los talibanes al poder, como no podía ser de otra forma, abre un amplio abanico de posibilidades para muchos países, a la vez que provoca preocupantes consecuencias para prácticamente todo el mundo. Desde acuerdos con China o Rusia hasta la acogida de refugiados por parte de la Unión Europea. Son muchos los frentes abiertos tras la llegada de los talibanes, y prácticamente todos los que quedan por cerrarse.
Ya desde el primer momento en el que la toma de Kabul se convirtió en una realidad, dos superpotencias se posicionaron de manera favorable hacia el próximo reconocimiento del