Félix Rodríguez de la Fuente hablaba en los años 70 del lince ibérico como el más hermoso de los mamíferos de presa de la Península .
La última fiera de España , decía con su inconfundible voz, no es solo cazador, es presunta presa . El naturalista era muy consciente de la amenaza que se cernía sobre el lince.
Pero no fue hasta el 2002 cuando el miedo de los conservadores españoles se transformó en pánico. El felino patrio estaba
en el umbral de la extinción. Solo quedaban
cien ejemplares. Si hoy hay linces es