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La tercera de estas catas del equipo de elmundovino, otra vez en activo, puede parecer menos exótica que la segunda, que dedicábamos a Sudáfrica: ésta es totalmente nacional. Pero en otro sentido podríamos definirla como aún más exótica: son botellas que ninguno de los catadores conocía -o reconoció cuando las destapamos- porque pertenecen a una suerte de floración de bodegas nuevas, o de vinos completamente nuevos de bodegas bien establecidas, como Alta Alella o la histórica El Grifo lanzaroteña.
¿Qué está sucediendo? Pues que en el sector del vino, muy sacudido en sus mercados nacionales y extranjeros por año y medio de pandemia, y que además se encuentra con el desafío de hacer entrar a los jóvenes en la cultura del vino, han aparecido nuevos actores -generalmente bodegas pequeñas, de inspiración más bien borgoñona-, han llegado los creativos con sus etiquetas rompedoras para captar a la juventud, se han creado nuevas figuras que favorecen los v