Animales e infraestructuras Heraldo
Las noticias sobre aparición de animales silvestres ahogados en canales, así como el debate sobre la proliferación de aerogeneradores evidencian el
creciente interés social por el respeto hacia los animales, que ya venía traduciéndose en instrumentos normativos, desde los de carácter internacional hasta las ordenanzas municipales.
El rechazo social hacia el maltrato animal comienza a no limitarse a lo que consideramos ‘ataques directos’ o agresiones –ya sean por acción u omisión del cumplimiento de obligaciones de custodia por sus poseedores–, e incluye aquellos daños que causamos, no deliberadamente, pero en cierta forma ‘no evitados’, a través de actividades humanas muy diversas, y que suelen concretarse en mortandad o lesiones, fruto de la interacción con infraestructuras de creación y explotación humanas.