Para meterse en un hoyo
close 28/jul./21
Periodistas y atletas se quejan de las medidas de protección, casi esquizofrénicas, que la organización de Tokio 2020 obliga a cumplir a rajatabla.
Media de cuatro horas de espera en el aeropuerto, prohibición de alejarse de la zona olímpica y seguimiento 24 horas a través del móvil. Normas que harían las delicias de Kim Jong-un.
Dar positivo en uno de los test diarios supone la cuarentena y el fin de los Juegos para el atleta o técnico. Para el golfista español Jon Rahm, el no poner siquiera los pies en suelo nipón, al notificarlo en su domicilio de Arizona.