En la corte del rey Trump 21·07·21 | 04:01 ¿No es en el fondo una tragedia que el país más poderoso de la historia haya estado cuatro años gobernado por alguien como
Donald Trump, que vive en una realidad paralela y a quien solo le importa su propia persona? Claro que si no hubiera sido por el solipsismo del personaje, las cosas habrían podido resultar mucho peores: el expresidente
podría haber intentado deshacerse, por ejemplo, del
“hombre cohete” surcoreano o
Juan Guaidó. Pero Trump estaba solo
preocupado de su propia popularidad, de que todo el mundo hablara de él, y siempre en términos elogiosos, y la posibilidad de ver regresar a muchos de sus compatriotas metidos en bolsas de cadáveres evitó al mundo lo peor.