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En las plataformas y redes sociales un troll, un maleducado, un extremista, siempre obtendrá más seguidores y relevancia que quien se muestre moderado. Los algoritmos premian la polémica, y gracias al gran éxito de usuarios que han tenido las
apps, este modelo se ha trasladado a la sociedad. Nos odiamos sin tolerancia, nos insultamos anónimamente y a la cara, y la mayoría de medios vive abiertamente de esta confrontación sin la cual no les saldrían los números. Pero la culpa no es de las redes, que únicamente exacerban sentimientos que ya estaban ahí. Lo afirma este nuevo estudio científico, explicado en nuestro idioma aquí. El panorama del cabreo permanente rige ya en todo el mundo, y la comunicación continua y multicanal lo exacerba. Nuestra semana no podía ser una excepción.
El país había recuperado prácticamente la normalidad tras la campaña de vacunación más rápida del mundo, con más de 5,1 millones de personas inmunizadas con las dos dosis.
Fue el primero que puso fin al uso de mascarillas en exteriores a mediados de abril y desde el 15 de junio tampoco eran obligatorias en interiores, pero la variante Delta del coronavirus, actualmente la predominante en el país, ha puesto en jaque la desescalada.
Este empeoramiento de la situación epidemiológica no es exclusivo de Israel. Nuestro país vecino, Portugal, registró este pasado miércoles registró 1.497 nuevas infecciones,
La prudencia reina en las calles el primer día sin mascarilla
Aún son mayoría quienes prefieren mantenerse a cubierto por seguridad en las primeras horas de aplicación de la nueva normativa Sábado, 26 junio 2021, 16:12
Además de escuchar las carcajadas, ya se vuelven a ver sonrisas por la calle. Esas que desde hace meses se esconden detrás de las mascarillas. Todavía no son muchas porque ha sido tímida la llegada de la nueva medida que permite no utilizarlas en exteriores siempre que se mantenga la distancia de metro y medio.
Al menos esa es la sensación est