La Revolución se come a sus hijos
Explicar el fracaso de Cuba con el único argumento del bloqueo y negar que se trata de una dictadura es de párvulos o de cerebros muy lavados.
Por Mario Mactas
Publicado en Infobae
Sí, los vemos, y de paso miremos la obra tan admirable como horrible de Francisco de Goya, Saturno devorando a su hijo, para arrimar a la rebelión popular en Cuba, que la dictadura dinosaurio ataca, a pesar de que no tienen armas, solo canciones y manifestaciones espontáneas, en violación de todo derecho humano.
Saturno, dueño y deidad del tiempo, como el titán Cronos, se come a sus hijos para que no puedan sucederlo. Eso es mitología más arte, pero estos son los hechos de estos días. Quien haya vivido la revolución del 59, o por estudiarlo en lugar de comprar frases hechas y rancias, sabe que entonces Cuba enamoró al mundo cuando bajaron las barbas cargadas de épica y poética.