Presumiendo de tirita Quién sabe si es porque cuesta tanto encontrar hora para vacunarse que, quien consigue recibir el pinchazo, parece lucir con un punto de orgullo la tira autoadhesiva que protege el lugar por donde ha entrado la aguja. Y quien dice tira autoadhesiva dice tirita, que es el nombre con el que popularmente se denominan estos apósitos tan prácticos.
Claudia y Martina muestran sus tiritas. El origen del nombre es un producto comercial fabricado por el laboratorio Unitex que en 1934 Gerard Coll abrió en Mataró. Durante los años de la Guerra Civil buscó refugio en Estados Unidos y allí descubrió este invento, que decidió comenzar a producir en sus instalaciones durante la década de 1940. Inicialmente pasó desapercibido, pero en 1954 invirtió en una campaña de publicidad de efectos inmediatos. En un momento en que los medios de comunicación eran escasos, las marcas que se anunciaban conseguían mucha repercusión. Este fue el caso de Tiri