El debate en los espacios deportivos argentinos está servido: Boca Juniors debe castigar a Cardona, sancionarlo o hasta rescindirle el contrato. Un club tan importante debe tener tolerancia cero, y mucho más con un futbolista que se fue por actos disciplinarios y regresó, tras un esfuerzo económico, con el respaldo de Juan Román Riquelme, su máximo referente y actual dirigente.
En ‘ESPN F90’ confirmaron que gran parte de la directiva boquense está enojado con Cardona. Y aunque entiende que el jugador tenía todo el derecho de irse a vacaciones, se trataba de una decisión personal que afectaba al club, y que se trataba de gratitud y compromiso. “Es una deuda moral, un compromiso deportivo con Riquelme”, replicaron.