Mundo insólito
Las estatuas que se encuentran en la cima del monte oscilan entre los 3 y 8 metros de altura
Escultura del rey Antíoco I en las laderas del monte Nemrut, a 2.150 metros de altura
Getty Images/iStockphoto
Sergi Ramis
Actualizado a 19/07/2021 16:30
Antíoco I resultó muy útil a los romanos. Cuando accedió al reinado en el año 64 a.C., firmó un pacto de no agresión con Roma y se convirtió en el estado-tapón que frenaba el avance de los partos, con quienes también mantenía relaciones amistosas. Tal vez fuera el viento reinante en la zona de la Anatolia Central –que dicen que puede desestabilizar las mentes– o, sencillamente, verse el amo y señor de una estepa que no se acababa, que decidió que era tan importante como los dioses. Y que así debía saberlo la humanidad por el resto de los siglos.