A cincuenta años del ensayo de Pauline Kael sobre “Citizen Kane” y a ochenta del estreno de la película es oportuno evocarla como una creación en la que convergieron diversas visiones artísticas, grandes talentos, varias circunstancias (favorables y adversas) y una inesperada chispa que catalizó el potencial de todos esos factores en algo absolutamente único.
Con su formidable erudición y su prosa brillante,
Pauline Kael (1919-2001), crítica independiente e incisiva,
escribió en 1971 su ensayo “La creación de Kane”, sobre todo lo concerniente a la película; allí, por primera vez, postuló que el guion era de