«Llevaba rato aguantándose y al final pasó lo que tenía que pasar», sentencia una compañera de Laura Lovano, la rubia con mechas que ha explotado esta mañana a causa del calor en una oficina de Sevilla. El aire acondicionado no daba abasto y la víctima no pudo soportar la situación: se levantó enfurecida y, tirándose del pelo de pura desesperación, abandonó su lugar de trabajo provocando un gran estruendo.
«Y entonces nos miramos entre todos y dijimos: ya está, ya ha explotado», insiste la amiga de la rubia con mechas. El suceso ha llevado a las autoridades a advertir del peligro que supone la exposición de las rubias con mechas a altas temperaturas. «Tienen poco aguante, se encienden con facilidad», explica un portavoz de la Policía Nacional.