METAFORMA Divagando a lontananza, el viejo militar mantuvo, firme, en sus manos los viejos retratos
(Fragmento de Voces de Tomasina Rosario, novela inédita del autor)
Mi padre repasó, escapándosele una leve sonrisa, la imagen de su hijito primogénito exhibiendo un sombrerito de vaquero y un guillo en la muñeca izquierda. Otra, la de mi primer retrato, chiquitico, arrellenado en el piso con una latica de leche entre las piernas y mirando para arriba. Aquella, también, con un sombrerito de cana y pantaloncitos cortos apostado en un jardín de la residencia, allá, en La Cumbre, del capitán Bello, sanguinario ominoso y truculento por su extremada proeza, brutal y feraz, en la voladura de sesos, ejecutando, sin inmutarse, lo mismo que a un ladrón o a un desafecto del régimen con su arma propia de reglamento. De hecho, como fanático Trujillista, temido, sanguinario y repulsivo, a cualquier hombre mataba por un quítame esta paja.