Muhammad Ali y
Antonio Inoki. Fue en Japón, en 1976, bajo unas reglas especiales que ahora se considerarían precursoras de las artes marciales mixtas. Un boxeador contra un luchador en un templo del judo de Tokio. El rey de los pesados contra el campeón en artes marciales. Dos leyendas en un estadio, el Nippon Budokan, que se levantó 12 años antes para debutar en los primeros Juegos Olímpicos que acogió el país asiático. Fue una pelea adelantada en el tiempo, loca y revolucionaria.
Cuando los dos hombres se encontraron cara a cara por primera vez, Ali anunció que apodaría a Inoki