Como fruto de los fraternales nexos que mantienen entre sí, el zoo avileño acaba de recibir un dromedario, una pareja de antílopes Eland del Cabo, un antílope Gran Kudú, un caballo para el proyecto de equinoterapia con niños discapacitados y
un pequeño poni de raza pura, que debe cumplir aquí la misma misión que Félix allá en la capital cubana.
Para que usted no tenga que trasladarse hasta las áreas del zoológico, Invasor “pone en órbita” esta pequeña muestra de imágenes.
El cuidador Asiel Echemendía y el dromedario Ernesto han hecho ya magníficas relaciones. Foto: Pastor Batista Valdés/ Invasor.