Diario de Noticias de Navarra
El reloj de Kukuxumusu
El reloj de Kukuxumusu marcaba que
quedaban menos de 24 horas para que Pamplona se volviera a vestir de blanco y rojo. 200 metros más abajo, en La Casa del Libro de la Estafeta, esa cifra ascendía a 366 días. Un nítido reflejo del ambiente que se respiró ayer por las calles del Casco Viejo: por un lado, ganas de fiesta tras dos años sin San Fermín, por otro, un gran compromiso social, más aún tras el reciente brote de Salou. Una víspera responsable.
Desde primera hora de la mañana, las furgonetas de reparto y las carretillas circularon por los bares y restaurantes del centro de la ciudad, pero sin el trajín característico del 5 de julio. La mayoría de hosteleros habían aumentado sus pedidos para estas fechas, aunque apuntaron que las reuniones sociales se ceñirían únicamente a hoy y mañana. Para el día 6 y 7 tenemos almuerzos y comidas, pero como el año pasado, luego la gente se irá .