Sábado, 31 julio 2021, 00:46
El atraco al furgón blindado había salido casi perfecto, aunque en el último momento tuvieron que poner en marcha el plan B debido a un inesperado control policial en la rotonda de Maracena. Tal y como estaba previsto, los miembros de la banda se dispersaron, siendo Leo el encargado de deshacerse del vehículo empleado en el golpe. Volvió sobre sus pasos y por Joaquina Eguarás se cruzó con varios coches patrulla que a toda pastilla se dirigían al lugar del robo. Tras el lógico susto, tomó la carretera de Víznar y despeñó el vehículo en un profundo barranco del río Beiro. Desde allí no tardó ni veinte minutos en llegar al piso de su madre en Casería de Montijo.