Las vueltas del bendito fútbol. Hace cuatro años, Italia estaba prendida fuego con la no clasificación al Mundial de Rusia 2018. Giampiero Ventura salió por la puerta trasera y todo era oscuridad.
Ahora bien, Roberto Mancini llegó para darle un salto de calidad tremendo a la Azzurra y este domingo recoge frutos: es campeón de la Eurocopa, después de ¡53 años!
El proceso italiano es digno de admirar. Pasaron nueve años, cuatro entrenadores y un sinfín de talentos para volver a revestirse de gloria a nivel internacional.
Lejos queda ese ‘catenaccio’ en el que la defensa era lo primordial. Ahora, empujados quizás por la necesidad de ganar, se modernizaron y armaron un grupo que enalteció el juego directo, la intensidad e incluso por momentos la posesión. Un mix espléndido.