Juan Dual está vacío por dentro. Sin colon, sin recto, sin estómago, sin vesícula. Con un 3% de grasa corporal. Nunca tiene hambre. Se obliga a comer para no desfallecer.
Ha estado a punto de morir en tres ocasiones. Y no para de correr. Primero, por asfalto. Enseguida, por montaña. Es una habitual de la ultradistancia. Si estás encima de una ola, tú decides si te subes encima de la tabla o o te quedas quieto; yo elegí lo primero , afirma Dual.
Su vida cambió con 13 años. Le diagnosticaron poliposis familiar múltiple, una enfermedad hereditaria con un 99,8% de probabilidades de desarrollar cáncer en el aparato digestivo. Una abuela y un tío fallecieron por adenocarcinoma de colon.