La contaminación de nuestro mar ha cambiado radicalmente de los últimos lustros, y en consecuencia también la lucha por su supervivencia. Últimamente
está muy de moda la concienciación contra los microplásticos, un importante problema mediambiental que además comporta implicaciones sobre la salud de las personas.
En este contexto llama la atención una reciente acción conjunta de varias organizaciones con una aportación balear decisiva; la entidad menorquina
Per la Mar Viva ha contribuido a arrojar luz sobre el viaje hasta Baleares de una clase de agente contaminante muy particular:
los pellets, microplásticos primarios del tamaño de una lenteja que son la materia prima para la fabricación de productos de plástico. Su presidente Carlos Salord agradece la sensibilidad de las instituciones, aunque a menudo «siguen fallando en lo básico».